Desde niña, la vida de Elektra ha estado marcada por la tragedia.
Cuando apenas tenía cinco años, la Mano asesinó a su madre, encontrándola muerta ella misma y quedándose entonces con su amuleto como recuerdo para poder vengarla.
Desde entonces, su padre cuidó de ella y la hizo entrenar cada año con un maestro distinto, hasta convertirla en toda una guerrera. Pensaba que así evitaría a su hija sufrir el mismo destino que su madre.
Desgraciadamente, hace pocos años, los tratos de su padre con Wilson Fisk le llevaron a un enfrentamiento con él, siendo asesinado por Bullseye, siguiendo las órdenes de Kingpin.
Al principio Elektra creyó que el culpable había sido el justiciero enmascarado Daredevil, pero al comprobar que tanto él como su amante Matt Murdock eran la misma persona, descubrió la verdad.
Apenas lo hizo, se enfrentó a Bullseye, pero él la mató.
Fue cuando Stick, un maestro del kimagure, la resucitó y la enseñó su camino, conduciéndola a siegas hasta Abby Miller, una niña prodigio buscada por la misma organización que asesinó a su madre.
Al salvar a Abby, Elektra se salvó a sí misma, entendiendo al final las enseñanzas de Stick.
Aunque ha vuelto a la Cocina del Infierno, con la idea de vengar la muerte de su padre, ahora lo hace con más claridad, y espera poder reencontrarse con su antiguo amor y buscar su ayuda para matar a Bullseye.
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